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Durante el sueño es cuando ocurre la mayor parte del desarrollo del niño, por lo que no querrás que nada lo estropee. Ya que los niños miran constantemente las pantallas mientras juegan, probablemente te preocupe el efecto de la luz azul a la hora de dormir. Y con razón. La luz azul puede perjudicar el reloj biológico y dificultar la capacidad para dormir, lo cual posiblemente causará problemas más grave en el futuro. Entonces ¿por qué arriesgarse? En lugar de establecer límites de uso, asegúrate de encontrar un teléfono que proteja los ojos de los usuarios contra cualquier efecto potencialmente dañino.

Ver a los niños pegados a sus teléfonos es una preocupación que está en todas las casas. A una altura considerable en la escala de los malos hábitos del teléfono inteligente, no es de extrañar que la sociedad tenga miedo de lo que toda esta radiación puede estar haciendo en las mentes y los cuerpos en crecimiento. Si este tema te preocupa, comprueba siempre la tasa de absorción específica (Specific Absorption Rate, SAR) cuando busques el primer teléfono para un niño. Se trata de la unidad de medida de la cantidad de energía de radiofrecuencia absorbida por el cuerpo cuando se utiliza un teléfono. Si bien los expertos y los estudios aún no han llegado a un consenso sobre la gravedad de la radiación móvil, siempre es mejor prevenir que curar.

Los puntos de conexión abiertos pueden ser de gran comodidad, pero ¿a qué precio? Definitivamente debes tener una charla seria sobre seguridad digital, pero también recuerda que es posible que un niño que utiliza un teléfono por primera vez no sepa cómo mantener la seguridad en una red Wi-Fi pública, especialmente si comparte contenido en redes sociales, como Snapchat e Instagram. Como no estarás a su lado en todo momento, ¿por qué no dejas ese trabajo para el teléfono? Busca un dispositivo con protección contra malware y amenazas maliciosas: con una plataforma como Samsung Knox, tendrás la tranquilidad que tanto necesitas.